Manejo de episodios hemorrágicos (parte II)
Hemartrosis (sangrado articular)

Al examinar la articulación se pueden notar signos como: aumento de tamaño, (hinchazón, inflamación), piel caliente, limitación del movimiento, cambio en la forma de la articulación (comparar siempre con la articulación del otro lado).
Es importante enseñar a los niños el beneficio de avisar inmediatamente la aparición de síntomas y signos, así como el antecedente de una caída o golpe.
Principios generales del manejo de las hemorragias comunes:
• Administrar factor ante el primer signo de hemorragia.
• Ante la duda, tratar.
• Usar la dosis correcta de factor, indicada por el médico.
• Adoptar las medidas complementarias.
• Controlar la evolución del cuadro.
• Consultar si surgen dudas acerca de la dosis, la duración del tratamiento o ante la inadecuada evolución del cuadro.
Medidas complementarias

Hielo: colocar hielo o refrigerantes (cubiertos con una tela) en la zona, en forma intermitente (aplicar 10 minutos y retirar 15-30 minutos).
Compresión: se puede realizar un vendaje suave de la articulación.
Elevación: del miembro afectado. Esta maniobra evita el aumento del volumen de la zona (edema).
Recordar que luego de una hemorragia articular o muscular es necesario reestablecer la función mediante la rehabilitación kinésica.
Hemorragias graves
Las hemorragias en cualquiera de estos sitios pueden poner en peligro la vida del paciente y necesitan administración inmediata de factor y atención médica.
Traumatismo de cráneo – Hemorragia en Sistema Nervioso
Los golpes en la cabeza son muy frecuentes en los niños desde que comienzan a caminar. A veces resulta difícil decidir en qué caso administrar concentrados. La ausencia de llanto, hematomas o dolor de cabeza, no sirven para evaluar la severidad del traumatismo o su posible asociación con hemorragia cerebral. Ante la ausencia de los síntomas enumerados a continuación y con el antecedente de un golpe leve (caída de su altura o trauma con objeto), se debería administrar al menos una dosis de concentrado.
La presencia de uno de estos signos o síntomas es indicación absoluta de administrar precozmente una dosis alta de factor y consultar de inmediato al hospital más cercano para la realización de una tomografía de la cabeza:

• dolor de cabeza persistente (de varias horas o días que no cede con analgésicos comunes)
• alteraciones en la visión
• dificultad para hablar
• vómitos
• pérdida de equilibrio
• debilidad en un brazo/pierna
• convulsiones
• pérdida de conocimiento
Hematoma de cuello

• dificultad para tragar
• dificultad para respirar
• dolor al tragar
• dolor en el cuello
• dificultad para abrir la boca
Hemorragia digestiva
Diversos factores pueden influir en la aparición de una hemorragia digestiva: hemofilia, analgésicos/antiinflamatorios, alcohol, Helicobacter pylori, vómitos, tabaco, hemorroides, tumores, cuerpos extraños, stress, cirrosis, etcétera.
Los síntomas pueden ser:

• vómito de sangre
• materia fecal con sangre
• materia fecal negra (tipo alquitrán)
• dolor abdominal
• anemia
En todos los casos antes descriptos como en caso de traumatismos graves o accidentes, es fundamental la administración inmediata de una dosis de factor (mayor a la que se usa en las hemorragias habituales) y la consulta al hospital o sanatorio más cercano al lugar donde se encuentra el paciente. Posteriormente, es importante que el médico a cargo, se comunique con la Fundación de la Hemofilia.
Otras hemorragias
Hematuria (presencia de sangre en la orina)

En caso de hematuria se indicará reposo y la ingesta de gran cantidad de líquidos. Si la hematuria persiste a las 72 hs, recién se considerará la administración de concentrados. En muchas oportunidades la hematuria cede sin la necesidad de administración de los mismos.