DECLARACIÓN DE LA FUNDACIÓN DE LA HEMOFILIA A LA COMUNIDAD
Ante publicaciones periodísticas acerca del juicio de pacientes con hemofilia que se infectaron con los virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y de la hepatitis C (VHC), entre los años 1979 y 1991, la Fundación de la Hemofilia desea expresar una vez más nuestra solidaridad con los pacientes y familiares víctimas de este flagelo. También queremos informar a los pacientes, familiares y comunidad general que:
En los períodos en que transcurrieron las infecciones con los citados virus resultaba absolutamente imposible detectarlos en la sangre de los donantes con la que se trataban las hemorragias de los pacientes con hemofilia. Los pacientes que habían recibido transfusiones de sangre, plasma, crioprecipitados y concentrados antihemofílicos antes del año 1985 para VIH y de 1992 para VHC tenían riesgo de haberse infectado con estos virus.
Esta situación fue una catástrofe a nivel mundial, que golpeó a toda la comunidad de hemofilia. Miles de pacientes en el mundo ya se habían infectado para cuando se aislaron estos virus y los test para detectarlos estuvieron disponibles. Los laboratorios fabricantes de concentrados, a partir del año 1985, introdujeron técnicas que resultaron efectivas para evitar la infección por VIH a través de los concentrados. Así mismo, desde 1992, cuando estuvo disponible el test para la detección del VHC, se introdujeron nuevas técnicas para disminuir al máximo el riesgo de transmisión del VHC.
En la Argentina la infección con el VIH alcanzó al 18% de la población con hemofilia. En otros países la infección alcanzó porcentajes superiores: EE.UU. 47%; España 49%; Francia 45%; Alemania 34%; Brasil 55%. En la Argentina la infección con el VHC alcanzó a alrededor del 40% de la población con hemofilia. En Bélgica, Australia, Francia, Japón e Inglaterra se infectó entre el 90 y el 100% de la población con hemofilia; en Alemania, Italia y Suecia entre el 80 y el 90% y en EE.UU. alrededor del 85%. Esto demuestra que, en todo el mundo, a las autoridades médicas y científicas les resultó imposible evitar la propagación de esos virus, que en el período del contagio eran desconocidos e indetectables.
Todos los concentrados antihemofílicos derivados de la sangre que hoy están disponibles en la Argentina fueron sometidos a las siguientes medidas en su fabricación, que los hace altamente seguros:
- Selección de los donantes.
- Test para la detección de anticuerpos y de los genomas virales en cada uno de los donantes, como así también la repetición de estas pruebas en el plasma de grupos de estos donantes.
- Técnicas de inactivación/reducción viral (solvente/detergente, calor, nanofiltración, etc.).
Además, están autorizados por la ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica), entidad dependiente del Ministerio de Salud y Desarrollo Social, que garantiza que los productos para la salud sean eficaces, seguros y de calidad.
La Fundación de la Hemofilia de la Argentina respalda la labor desarrollada por las personas que están injustamente acusadas y se ve perjudicada como institución por un proceso legal arbitrario que se ha apartado totalmente de los hechos y de la realidad mundial acerca de las características que rodearon el drama de la infección universal con estos virus.
En repudio a las denuncias agraviantes e infundadas que pretenden mancillar la misión de la Fundación de la Hemofilia y en salvaguarda de su prestigio, que trasciende nuestras fronteras, renovamos nuestro compromiso de seguir trabajando por los pacientes, con ellos y sus familias.
Fundación de la Hemofilia