Consejos útiles para resolver el sangrado bucal

En primer lugar tenemos que definir cuáles son las situaciones de sangrado que pueden complicarse si no reciben tratamiento inmediato. Dependiendo de las distintas etapas de crecimiento de los niños, los episodios de sangrado pueden ser:
 
Durante el primer año de vida, se pueden lastimar el frenillo labial superior.
Desde los 6 a los 9 meses, comienzan a aparecer los dientes temporarios.
Desde los 3 y hasta los 5 años, se pueden lastimar la lengua.
A partir de los 6 años, se produce la aparición de un molar que no es temporario o de “leche”. A los 7 años aproximadamente, comienza el recambio dentario de los dientes temporarios por los permanentes. Cabe destacar que no siempre la aparición o recambio de los dientes se acompaña de sangrado.
En cualquier momento puede producirse el sangrado secundario a una extracción dentaria o también por traumatismos.
 
En todos estos episodios lo fundamental es no asustarse y actuar lo antes posible, ya que se puede iniciar el tratamiento en casa con medidas muy básicas y sencillas que comprenden la compresión con gasa en la zona sangrante y la aplicación de frío. También ayudará el cambio de la dieta habitual por una blanda, natural o preferentemente fría, durante varios días.
 
En muchas ocasiones estas acciones son suficientes. De no ser así, el paciente o los padres deberán comunicarse con la Fundación para ser atendido por los médicos/odontólogos, ya que contamos con un Servicio de Guardia permanente. Según el cuadro, el hematólogo podrá indicar antifibrinolíticos orales y/o concentrados de factor (en dosis y duración adecuados).